La meditación es un entrenamiento mente-cuerpo donde desarrollamos la consciencia para adoptar una perspectiva más saludable hacia las cosas. No se trata de vaciar la mente, ni de apartar los pensamientos, la idea es llegar a poder observarlos sin juzgarlos. Darnos cuenta de que los pensamientos son, eso, solo pensamientos.

En un·ea nos apoyamos en la meditación como herramienta de trabajo. Aprenderemos a meditar sentados, de pie e incluso caminando, así desarrollaremos una habilidad nueva. Piensa en la meditación como si fuera un músculo que nunca ejercitaste antes. Necesitarás practicar de manera consistente para llegar a sentirte cómodo. Todo su esfuerzo tiene su recompensa.

Meditamos sin ningún objetivo específico, practicamos por practicar y eso es muy liberador ya que, por fin, no tenemos que alcanzar ninguna meta. No existe la meditación bien o mal hecha, a veces estaremos más dispersos o dispersas, a veces más concentrados o concentradas, pero ahí, radica todo el beneficio, en darte cuenta de tu estado mental. El camino es mucho más importante que el destino, habitamos en el aquí y en el ahora.